jueves, agosto 11, 2005

Sentimientos encontrados

La noticia que más espacio ocupa en estos días, me ha dejado con una extraña sensación. No es por el tema principal, que es la supuesta evasión de impuestos de Pinochet y su familia, por lo que están siendo procesados. Eso la verdad es que sólo forma parte de la historia que me tiene medio triste.

Siempre he sentido una gran admiración y aprecio por los integrantes de las fuerzas armadas de mi país, junto con carabineros por supuesto. Encuentro demasiado valorable que algunas personas estén dispuestas a dar la vida por su país y sus habitantes, en caso que sea necesario hacerlo. Porque si bien es cierto, están principalmente para velar porque exista un clima de paz y tranquilidad, ya sea interno o externo, si la situación lo amerita son ellos los que practicamente defenderán nuestra soberanía.

En mi familia no existen integrantes ligados a alguna de estas instituciones, lo más cercano a ellos que estuvimos fue cuando a mi hermano le llegó el momento de hacer su servicio militar. Pero eso no quita que mi afecto sea grande.

Lamentablemente, y por los hechos que todos conocemos, se creó en el país un rechazo muy grande hacia ellos. Sé que el fin no justifica los medios, pero no hay que negar tampoco que la crisis que se vivía en este país en ese entonces, hacia necesario que alguien interviniera para lograr que las cosas no pasaran a mayores.

Quiero insistir con el tema que no estoy avalando el proceder de ellos, sólo quiero decir que lo que había antes del gobierno militar no era paz y tranquilidad, y que pocos quieren reconocer que efectivamente era así. Es por eso que lamento mucho que quienes se supone que están para protegernos y cuidarnos (como ciudadanos), hayan sido los mismos que atentaron contra sus compatriotas, y hayan además creado un clima de odio entre los civiles y los uniformados. Han pasado más de tres décadas de aquello, y 15 años desde que el país retomó el camino que se cortó por culpa de quienes tenían otros intereses al gobernar.

Como sea, lo bueno es que ahora nuevamente la relación del país con los uniformados está tomando su rumbo. En parte porque ha habido un cambio generacional, y los que la niñez la vivimos bajo un tipo de régimen, y la juventud en "democracia", queremos dejar eso como una parte quizás triste de nuestra historia como país, pero que nos debe servir también como ejemplo para no cometer nuevamente los mismos errores. Otra cosa que puede que haya influído, es que quien está a cargo del ejército, es alguien que ante todo es un ser humano, lo cual quedó plenamente demostrado en su proceder cuando fue la tragedia de Antuco.

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