miércoles, agosto 10, 2005

N. de la R.


Esta mañana me referí a lo dispar que es el tema de salud para las mujeres en relación a los varones. Mis quejas no eran porque sí, o porque me desperté con ganas de reclamar contra lo injusta que es la vida con nosotras. Fue simplemente porque hasta el momento en el que una no se ve directamente afectada por algo, no dimensiona hasta que punto el tema no es justo. A decir verdad, a estas alturas de la vida ya no sé que es justo y que no.

Bueno, a lo que iba. Esta semana me he visto en la "obligación" de visitar a mi médico, lo que conlleva a una cantidad no despreciable de exámenes y medicamentos varios. Todos sabemos que en esta país una de las tantas cosas que no son gratis es el tema SALUD. Palabra que no está contemplada en el presupuesto mensual de los ciudadanos, más bien podría considerarse dentro de los gastos extras o imprevistos, que desestabilizan totalmente la economía personal del afectado (afectada en este caso.)

Habitualmente me pregunto como me podría beneficiar a mí, el tan manoseado tema de la buena distribución del ingreso a nivel país. En la prensa se lee que la economía creció más de lo previsto, que la balanza comercial arroja un superhábit altísimo, o que el cobre ha alcanzado precios históricos. Y es ahí donde yo digo ¡¡¡¿¿¿yyyyy???!!!. Trabajo para una empresa privada, por lo tanto mis ingresos o beneficios como empleado dependen exclusivamente de como marche esa empresa puntualmente. No creo que a fin de mes o de año, llegue el señor FISCO a mi casa con un cheque correspondiente a mi porción de la distribución de los ingresos percibidos por el país. Sería muy lindo para ser verdad. Entonces, por qué no hacen un aporte directo para incrementar las pensiones de vejez de todos nosotros para cuando nos llegue el momento. O por qué no hacen un aporte a la salud, para que los gastos médicos sean amortizados de alguna forma, y el golpe no sea tan fuerte al momento de visitar al señor de delantal blanco.

No sé, puede que sean muy absurdas mis peticiones, pero creo que el vivir en democracia me da cierto derecho a exigir lo que me corresponde, ya que el señor ministro acostumbra a pedirnos a todos que ajustemos el cinturón, cuando hay que financiar algún brillante nuevo proyecto.

Creo que esto del blog, en cierta forma ayuda al desahogo de mi atormentada persona. Desde que lo estoy usando, poco a poco noto que mis post son menos sufridos. Definitivamente es una buena terapia. Por lo demás, no es primera vez que alguien me rompe el corazón, lo malo es que tampoco será la última...

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