miércoles, junio 28, 2006

Misterios sin resolver

Los miro desde la ventana de mi oficina en el piso nueve, parecen inocentes hormiguitas que se mueven de un lado al otro, nadie pensaría que una vez mezclada entre ellos son lo menos “inocentes” que uno cree. Por qué diablos (por no decir cresta) la gente no sabe caminar por la derecha como debiera ser, por qué si nadie los apura y sólo andan de paseo por el centro, no toman una pista para los que andan en las mismas que ellos, en vez de cruzarse por delante y no dejar pasar a los que sí andan (andamos) haciendo cosas productivas. Por qué algunos tienen la maldita costumbre de pararse justo a la subida o a la bajada de una escalera y no se dan ni cuenta del tremendo taco que forman (y si se dan cuenta ni les importa). Por qué si se van a parar en una vitrina a mirar no se colocan lo más cerca posible del local o tienda, sino que por el contrario lo hacen justo al medio de la pista de circulación. Por qué cuando suben al metro se quedan pegados en la puerta aunque se bajen en la estación terminal. Ah! y si es con la mochila en la espalda mejor todavía. Por qué esperan estar arriba de la micro para empezar a buscar las monedas en consecuencia que estuvieron media hora esperando el bus. Por qué en los supermercados estacionan los carros en la mitad, y se ponen a recorrer todo el pasillo comparando precios. Por qué si tienen las calles llenas de papeleros, es más divertido tirarlos al suelo aunque recién haya pasado alguien recogiendo la mugre que algún chistoso tiró al piso antes. Por qué si se invirtió en colocar semáforos en las calles y avenidas para prevenir accidentes, algunos insisten en pasarse por arriba de las barreras en los bandejones, y cruzar por la mitad con el riesgo de ser atropellados (sin considerar el atochamiento que esto ocasionaría). Tengo muchas más preguntas sin respuesta, pero al menos me queda claro que no son parientes de las hormigas aunque de mi ventana se vean de ese tamaño. Las hormigas definitivamente son más organizadas, productivas e incluso me atrevería a decir que más inteligentes.
Ya ya ya… tengo claro que me pueden decir que reclamo por todo y que no sé vivir en comunidad, pero me da la impresión que para vivir en comunidad uno de los requisitos básicos es el respeto por los demás, y entiendo también que nuestros derechos terminan donde empiezan los del otro. Creo que un poquito de sentido común de vez en cuando no nos vendría nada de mal, sobre todo en una ciudad tan sobre poblada como Santiago (la cual por supuesto adoro).

lunes, junio 19, 2006

¿Qué será de ella?

Hace un rato atrás hablaba por msn con un amigo, me dijo algo que de inmediato me trajo a la mente a una persona de la cual hace tiempo que no sabía nada y que para ser honesta ni de menos había echado… mi otro yo. La última vez que supe de ella (o de mí… lalala) fue cuando andaba entre el ayer, el hoy y el mañana. Me trató pésimo porque decía que era una bruja con cero sensibilidad y hasta me dijo mujer fría y calculadora. Creo que fue en ese momento cuando le dije que se fuera al diablo porque sus comentarios me tenían sin cuidado, que a estas alturas del partido era yo quien mandaba el juego y que ya habían quedado atrás esos días en los que me daba lata actuar de determinada manera, para no hacer sentir mal a algunas personas. No digo que con esto mi postura es: “jódanse todos”… no no no… algunos no más, jajaja.

Bueno, el caso es que yo al comienzo creí que andaba hibernando o invernando (según mi amigo google, no es lo mismo pero no voy a latear con la explicación científica porque para el caso da igual). Como decía, pensé que andaba en eso o bien que se había ido al caribe por su poca tolerancia al otoño e invierno. Dice que se deprime, pero el hecho es que no le gustan esas estaciones porque tiene que andar con mucha ropa y poco escote… mmmm.

Ahora que lo pienso mejor, capaz que de verdad se haya enojado con la mandada al diablo que le hice, y va a pasar algún tiempo antes que vuelva. Lo cierto es que me tiene sin cuidado, yo no la (me) necesito para pelear porque el mundo político y algunos seres comunes y corrientes me ha surtido de harto material para decir que cada día me convenzo más de que esto no tiene arreglo, al menos en el corto plazo. Tendría que caer un meteorito como en la época de los dinosaurios y repoblar el mundo con gente como yo (sí claro… como no), o bien venir una nave espacial y hacer una abducción masiva. Eso es menos probable aún porque siempre se ha dicho que buscan vida inteligente, lo cual luego de ver noticias y leer por aquí y por allá me hacen notar que eso al menos en el planeta tierra eso es un bien escaso.

Así con la cosa, he estado media perdida de blogolandia pero el motivo es justificado, estoy a poco más de un mes de terminar las clases, y entre pruebas, estudios, trabajos y la pega, mi vida avanza con más agotamiento del que quisiera. En mi casa eso sí están felices, me ven sólo por las noches lo cual ayuda a que me echen de menos (espero).

sábado, junio 10, 2006

Sin Título II

“tengo tantas cosas que decir, que no puedo recordar…”
“tengo tantas cosas que decir, que ya me olvide…”

Así es… gran canción esta de Los Bunkers. Y con esto doy por cerrado mi ciclo interno escarbando el pasado y llenándome de preguntas que por supuesto no tienen respuesta. ¿Por qué?, porque difícilmente las tendrán si no las hago, y no tengo intenciones ni ganas de hacerlas.
Hace unos días un buen amigo escribió algo muy interesante, y en cierta forma me hizo notar cuál era el gran problema de tantos cuestionamientos. Si divido el día en dos y ocupo una parte para pensar en el pasado y la otra para el futuro, tengo la leve impresión de que algo importante se me está quedando afuera. Como dice el señor “VISA”, la vida es ahora.

Ahora la pregunta del millón sería: ¿Cuánto tiempo durará este convencimiento?. Veamos…

Nota de última hora: hoy (11/06/2006) es mi turno de postear en el Club de Lulú. Hay algo que quizás les pueda interesar o puedan dar su opinión.

(Kaos me dio este número de autorización para mencionarlo en el post: Nro. 0014/06/2006).