domingo, julio 30, 2006

Y bueno...

Eran las 21:45 hrs. del día viernes 28 de julio, y yo figuraba agarrada de mi asiento sin que ni siquiera una grúa me pudiera mover. Fue casi un festival de pucheros y de sentimientos encontrados los que se mezclaron ese día. La alegría de por fin sentir que no tendría que tomar un maldito cuaderno (de cariño), ni una maldita guía (también de cariño) por un par de semanas. Saber que tendría libertad de acción nuevamente algunas tardes para ir al cine, al gimnasio, a vagar por Santiago, a los happy hours, o simplemente llegar temprano a mi casa, y alcanzar a ver las noticias de las 21.00 sin tener que esperar hasta las doce de la noche para saber si me había perdido de mucho durante el día. Que mi pobre hombro y espalda descansaran del tremendo peso al que eran sometidos diariamente, por llenar el bolso con cuadernos, papeles y los infaltables “por si acaso”.

Lo triste de todo esto sería no ver diariamente a mis amiguitas, a las cuales al comienzo debo decir que ni pescaba, pero que luego de compartir un buen tiempo con ellas les agarré cariño y ahora me da lata sentir que el mail será nuestro mejor canal de comunicación, o alguna salida por ahí para “comentar” situaciones ocurridas en este tiempo. Sí, digamos que a veces me pongo mamona también y me afloran sentimentalismos de este tipo, los cuales por supuesto trato de mantener a raya. También sentir que ya está (o debiera estar) todo aprendido y ahora a demostrar no más en el mundo laboral. A pesar de haber tenido un buen rendimiento durante todo lo que duró la carrera, a veces la inseguridad me la gana y dudo de hasta si es verdad que me llamo Alejandra… jajaja.

Bueno, todo este momento de profunda reflexión fue interrumpido por el grito de una de mis amigas, recordándome que nuestra despedida de clases era un acuerdo, y que algún antro de la perdición esperaba a estas esforzadas estudiantes para hacer un brindis como corresponde y liberar tensiones. No fue lo masivo que pretendíamos, porque como al destino le gusta hacerse famoso, minutos después de separarnos el jueves luego de haber planeado los pormenores de la celebración, una de ellas se enteró de que su abuelo había fallecido y el funeral sería el sábado. Obviamente la despedida se corrió para el próximo viernes y este que pasó fue algo más bien “piola” (mmm…). Parece que de todas formas, por estos días “las chicas sólo quieren divertirse”.

En fin… esta bitácora fome, egocéntrica y autoreferente hoy cumple un año de vida. ¡Feliz cumple blog!, es todo lo que diré al respecto. Por ahora estoy pensando sólo en lo que se viene, ¿y que sería eso?... pues por lo pronto obviamente pasar agosto.

sábado, julio 22, 2006

Oh concentración... ven a mí...

¡Qué cosas!. A sólo cuatro exámenes de decir chao Escuela (dos me "saqué" y tres ya di), mis neuronas están siendo más rebeldes que nunca. Cómo las convenzo de que se aburran de pajarear y trabajemos en equipo para salir de esto en forma digna y lo más rápido posible. Después de casi tres años de estudio es como normal creo yo que estén medias cansadas, y pidiendo las merecidas vacaciones que ya se vienen, pero qué les cuesta hacer un último esfuerzo (antepenúltimo en realidad), y apiadarse de mí. Antepenúltimo porque aún queda la tesis y el examen de título, pero ahí habrá un poco más de descanso entre ambas instancias. Ay... debe ser también que los años no pasan en vano, y ya las cosas cuestan un poquito más que antes.

Esta diría que fue una semana freak, donde Murphy y sus amigos se encargaron de hacerse presentes como siempre sin invitación, pero puedo concluir que mucho de eso sirvió para comprobar que tengo unas amigas que valen más que cualquier cosa, y que si bien es cierto ya las consideraba dentro de mi pequeño grupo de amigos de verdad, por estos días me quedó más que comprobado que es así.

Siempre mis mejores amigos fueron hombres, supongo que era porque -al pensar como hombres- me decían de inmediato si la estaba “cagando” y me tiraban la verdad a quema ropa. Duro, claro, pero a la larga siempre se los agradecí. Bueno, estas amigas que no las nombro, pero que tienen absolutamente claro que me refiero a ellas, piensan y actúan en ese sentido como mis antiguos amigos hombres. Definitivamente las adoro y tengo claro que si algún día nuestra vida en blogolandia® se termina, seguiremos con nuestros viernes de pesca y cacería.

En fin... mejor sigo buscando a mis neuronas para tener una conversación seria con ellas, y me comprometo a dejarlas descansar por lo menos dos semanas. Neuroniiitaaas... yujuuuuuu!!!...

PD: no puede dejar de agradecer el poema que me regaló Pedro… un lindo detalle de alguien que no me conoce… si vuelves por acá: ¡¡muchas gracias!!.

domingo, julio 16, 2006

A pesar de los años...

Por qué ya no me baila un gusano en la tripa
cuando suena el teléfono y escucho su voz
por qué no me arreglé para la última cita
y no usé su perfume ni me puse tacón…
Será que la rutina ha sido más más fuerte
se han ido la ilusión y las ganas de verte
pero me cuesta tanto decirlo a la cara
aguanto un poco más o lo echamos a suertes
lo echamos a suertes.
Por qué ya no es mi tipo por que no es lo de siempre
cuando quedamos juntos y nos vamos a un bar
Por qué ahora necesito estar con mucha gente
y cuando estamos solos no lo quiero besar
Será que nuestra vida ya no es diferente
hacemos todo igual que el resto de la gente
pero me cuesta tanto a decirlo a la cara
aguanto un poco más o lo echamos a suertes
lo echamos a suertes.
(Ella Baila Sola - Lo echamos a suertes).

Esta historia se remonta a tres años atrás aproximadamente, creo haber tenido que escuchar un buen par de veces esta canción para tomar aquella decisión que evité por varios motivos, pero sin duda que dos de los más importantes eran cobardía y pena. De no haber sido por ellos, creo que la historia no habría alcanzado a cumplir cinco años.

A veces creemos que por el hecho de ser ya personas adultas, o de haber vivido una cierta cantidad de situaciones a lo largo del camino, debiéramos tener la capacidad de decidir sin complicarse o cuestionarse tanto. En ocasiones nada de eso sirve, y cuando nos vemos enfrentados a situaciones difíciles todos nuestros “años de circo” no son una herramienta de mucho peso.

Siento que a veces me cuesta menos optar por cosas que sólo me involucran a mí, pero que no por eso dejan de ser menos importantes (trabajo, estudios, endeudamientos, etc.), que por aquellas en las que hay terceros involucrados (familia, amigos, pareja). Debe ser quizás porque en el primer caso, si tuve mal ojo el costo lo asumo calladita en la eventualidad de no poder dar marcha atrás, no así cuando mi mala elección afecta a terceras personas. ¿Cómo entonces poder hacer de cuenta que nada pasó?, y cerrar el tema con un “lo siento”. Ha de ser por eso entonces que pese a considerarme bastante práctica para algunas cosas, hay otras en las que me doy cien mil vueltas antes de llegar a convencerme en un cien por ciento (cosa imposible) de que “habrá que hacer… lo que hay que hacer”.

Releyendo esto, pienso que dentro de todo lo perfecto que puede llegar a ser el cuerpo humano, hay dos que nunca se llevarán del todo bien: el cerebro y el corazón. Siempre hay uno que la termina embarrando.

Escrito por: Mi otro yo.

martes, julio 11, 2006

Devuélvanme Septiembre!

Cada vez que tengo la posibilidad de decirlo lo hago: ¡Odio el otoño y el invierno!. Bueno… así como que los odio no… pero definitivamente ninguna de las dos es mi estación del año favorita. Dicen que uno tiende a sentir afinidad con la época en que lo lanzaron al mundo, pues yo nací en pleno invierno y no le veo ninguna gracia a estar muerta de frío o escapando de los micreros y automovilistas mal intencionados, que buscan las pozas de agua para mojar a los indefensos transeúntes. Aunque no lo crean, en algunas calles se hacen lagunas con sólo un par de gotas de agua, y para más remate hay que andar con máxima precaución porque a veces se roban las tapas de las alcantarillas y luego las venden por unas chauchas. Bueno… es parte de la “iNdiosincrasia” del país así que nada que hacer.

Como decía, desde el veintiuno de marzo estoy tarjando los días que faltan para la tan esperada primavera, o al menos para el primero de septiembre. Sé que hay muchos que detestan esa época por las alergias y derivados, pero a pesar de todo prefiero soportar mis estornudos y demases a seguir luchando en las mañanas aparte del habitual sueño, con el apestoso frío. Quiero que llegue septiembre para que todo esté con ambiente de fiestas patrias: escuchar las cuecas de fondo en el paseo ahumada, el olorcito a asado en todas partes, el cielo lleno de volantines (sin hilo “ebrio” por supuesto), las fondas (a las que no voy), y la tan esperada (quizás sólo por mí) Parada Militar. Cuando chica creo que odiaba el diecinueve porque no había nada más entretenido que ver en televisión, pero ahora reconozco que hasta me emociono y no me la pierdo.

Siempre se dice que la mayoría de los chilenos sólo se acuerdan de su nacionalidad para septiembre, que el resto del año viven pendientes de la cultura gringa y de seguir las tendencias de los países más evolucionados. Por mí todo el año fuera como el mes nueve, que siempre las casas estuvieran con la bandera chilena y que nuestras costumbres (las buenas por supuesto) se mantuvieran por los siglos de los siglos. Es difícil que ocurra, basta ver como en las fondas de la capital el baile oficial es la cumbia, e imagino que este año será el reggeaton, pero al menos por un ratito en el año siento que disfrutamos de una fecha que no es copiada de otros lados como halloween por ejemplo, sino que es algo nuestro y de lo que debiéramos estar orgullosos.

Por eso y por mucho más: ¡Devuélvanme Septiembre ya!. (Y de pasada me salto mi cumpleaños).

(Remato votos de los “Pipolz Blogs Agüars®”, no quiero plata… sólo la reciprocidad de votación… jajaja). En letra chica para que pase "piola" y no me descalifiquen por acciones turbias.

miércoles, julio 05, 2006

Pipolz Blogs Agüars®

Con sorpresa me enteré que estoy participando en el concurso “Pipolz Blogs Agüars®” organizado y promovido por reconocidos bloggers chilenos. La categoría en la que me encuentro es en el “Mejor Blog Femenino” o en forma más chilensis “Premio Progesterona”. Esto tiene su lado bueno y su lado malo, lo bueno es que las otras chicas que concursan en esta categoría son amigas y lulús también, entonces cualquiera de las cinco que gane estará perfecto. ¿Que sería lo malo entonces?... soy picota y no me gusta perder… jajaja. Esto último es una de las tantas tonteras que hablo por segundo así que no hagan caso por favor.

Conversando con algunas de mis “rivales” en el concurso, notamos que no aparece indicado el premio que recibe la ganadora, al menos en nuestra categoría. Siendo chicas modernas y proactivas, es que hemos acordado darle ideas al jurado para que no se compliquen analizando cuál sería la mejor opción. Acá van algunas de nuestras humildes sugerencias:

♀ Una sesión de SPA, o la estadía por una semana (mínimo) en las Termas de Chillán.
♀ Un convertible de color negro.
♀ Un vale por compras de $1.000.000.- para hacerlo efectivo en las tiendas ZARA.
♀ Un masaje completo, realizado por un galán a elección de la ganadora (acepto ofertas, je!).
♀ El pago de un año completo en el GYM más taquilla de la ciudad.
♀ Cremas y artículos varios para el cuidado de nuestra piel y de nuestro cabello.
♀ Reservas para todo un año de Tapsin Período.

Eso por ahora.

Cuando falte una semana para que se cierren la votaciones, daré a conocer mis 30,5 medidas con las que pretendo trabajar en caso de ser ganadora. No daré pistas al respecto para que las chicas no me las copien, pero para dar una idea nombraré dos:

1) Hacer una campaña masiva para eliminar el abecedario verificador en los comments.
2) Una marcha por la Alameda para solicitar la eliminación del impuesto a los alcoholes.

Aprovecho de felicitar y desearle suerte a todos los demás participantes, y además agradecer a los que me nominaron y a los que han votado por mí. Esto es en serio.