jueves, diciembre 29, 2005

3... 2... 1...



Es habitual en estas fechas comenzar a analizar qué tal se comportó el año que nos deja. Lo bueno, lo malo, lo pendiente, etc., porque aunque muchos lo nieguen, creo que en algún momento junto a su almohada sí lo piensan. En teoría, pasar del 31 de Diciembre al 1 de enero es algo importante porque es el cierre de un ciclo. En la práctica, todos sabemos que del 31 al 1 es lo mismo que del 28 al 29, ó del 29 al 30, la vida no nos hace borrón y cuenta nueva, ni tampoco nos alivia el peso de los años, sólo continúa y hay que seguirle el tranco para no quedar a mitad del camino. Creo que no escogí un buen momento para hacer mi resumen, estoy yéndome muy “en la profunda”.

Bueno, yo no creo poder ir mes por mes, más que todo porque no puedo hacerlo con la precisión que quisiera. Creo que sí podría decir qué fue lo que más me marcó en el 2005, y debo aclarar también que seré auto referente. Lejos, lo más importante que me pasó fue pasar a formar parte del club de las mujeres de tres décadas.

Quizás a muchos les pueda sonar una real estupidez, pero para mí fue un karma desde que comenzó el año, y que se hacía más pesado a medida avanzaban los meses. Yo me sentía feliz siendo del grupo de los veinteañeros, y no quería cambiar el folio porque tontamente tenía metido en mi cabeza que a partir de los 30 tenía que empezar a vivir la vida de otra forma, y empezar a armar otros proyectos para lo que se me venía por delante.

Algo pasó, fue como por arte de magia que al día siguiente de mi cumpleaños todo me daba lo mismo. Me daba lo mismo en el sentido que todas aquellas preguntas típicas que me hacían antes, ahora me importaban tanto como me podría importar la caza indiscriminada del zancudo con 5 alas en Transilvania.

Si no me he casado, es porque no tengo ganas, después de 5 años de pololeo lo que menos quiero por ahora es pensar en eso. Si no he tenido hijos, es porque soy egoísta y prefiero darle prioridad a otras cosas, y por ahora no sé si estoy preparada para que alguien dependa cien por ciento de mí. Si aún no vivo sola, es porque en las dos oportunidades que lo intenté, por distintos motivos tuve que echar pie atrás. Si sigo tomando algunas cosas con menos seriedad de la que debiera, es porque no sé si mañana voy a poder abrir los ojos y levantarme de la cama.

Son preguntas que antes me complicaba entera para responder, y las respondía casi con culpa o con cargo de conciencia. Ahora las respondo en forma directa, si al final de cuentas a la única que le tienen que importar es a mí.

Bueno, hubo otras cosas en el año, algunas buenas como son haber terminado dos semestres más, mejor de lo que esperaba, y haber conocido a muchos amigos nuevos a través del blog. La verdad es que a comienzos de año ni siquiera me lo habría imaginado, y ahora terminando el año, todavía lo encuentro un poco loco, jajaja.

Por supuesto que hubo cosas no tan buenas, o malas directamente. No vale la pena de todas formas recordarlas. Lo importante es pararse, sacudirse y seguir. Prefiero rescatar de eso lo bueno, si lo hubo, y lo demás tirarlo a la papelera de reciclaje.

Otra cosa importante, fue que perdí mi fobia a andar en micro. Debo reconocer eso sí que me vi obligada a hacerlo. Con la extensión de la red de metro hasta puente alto, corría serio peligro de morir asfixiada o aplastada por la masa humana. Qué lata ser siempre la que empaña las buenas noticias del gobierno, pero soy parte del pequeño porcentaje no nombrado en ningún discurso oficial, que se siente perjudicado con el festival de inauguraciones.

Rayos!, lo olvidaba: desde ayer formo parte del club de lulú, y aprovecho la ocasión para agradecerle a las chicas que hicieron posible mi incorporación, y también a las que hicieron con el pulgar hacia arriba. No se preocupen que no le bajaré el perfil al club.

Así es la cosa, quedan escasos 3 días para los abrazos, fuegos artificiales, lloriqueos varios, y algunas fiestecillas por ahí. Sólo me queda pedirles que disfruten, pero con moderación, y que si van a beber pasen las llaves, pero yo nica se las recibo.

Salud!!! (itos).

viernes, diciembre 23, 2005

Carta abierta a Chanta Claus


Estimado Viejo Pascuero, Chanta Claus y/o Papá Noel (como sea que te llames):

Reconozco que no es una buena fecha para enviar cartas de navidad, pero mis múltiples actividades me impidieron hacerlo antes. Sé también que no estoy en edad de estar mandando cartitas de este tipo, y sobre todo, porque soy militante de la agrupación “no al consumismo de navidad”.

Bueno, te aclaro de inmediato que no quiero nada que tengas que comprar con dinero, sólo que revisé mi hoja de conducta y pienso que tengo ganadas las siguientes solicitudes:

• Un reloj en el que las horas avancen más lento de lo normal, para sacarle el máximo provecho a los días.

• Un frasco lleno con paciencia y tolerancia, la que traía de fábrica se me está agotando (mejor un bidón).

• Mucho sentido común para los habitantes del planeta, que les permita aprender a vivir en comunidad y a respetar los espacios.

• No sentirme culpable por actuar a veces como de 20, en consecuencia que tengo 30…

• Que el invierno tenga sólo un mes de lluvia y de días nublados, para evitar depresiones innecesarias.

• Una clase política de la que me sienta orgullosa. O por lo menos de la que no sienta vergüenza ajena.

• Que me demuestres con hechos concretos que a veces sí vale la pena tener sueños.

• Que el esfuerzo de estos dos últimos años (y seguramente del próximo), valgan la pena.

• Que la ISAPRE se aburra con discriminar y abusar, por el sólo hecho de que yo sea mujer.

• Que el próximo invierno, meteorología sí le achunte al pronóstico del tiempo, para no tener que andar prácticamente con el ropero a cuestas.

Creo que no se me olvida nada. De todas formas, cualquier cosilla que surja por ahí, te la hago saber antes del 06 de enero. Aunque parece que sólo los Reyes se encargan de esa festividad.


PS: No pediré un príncipe azul (ni tampoco verde), esos se quedaron en el planeta Marte.

viernes, diciembre 16, 2005

No soy El Grinch!


Rayos!, el tiempo pasó muy rápido, y en una semana más será navidad.
En esta fecha tengo sentimientos encontrados, por un lado me gusta ver las casas adornadas con luces de cascada, y me encanta ver a mi sobrino chico como alucina con las cosas que le traerá Chanta Claus (de cariño).
Lo malo es que no puedo disfrutarlas como debiera. Me es imposible no terminar siempre pensando en la gente que no lo pasará tan bien, ya sea por enfermedad, porque estarán solos, o sobre todo porque muchos no tendrán ni siquiera la posibilidad de una cena de navidad.

Todos los años me hago la misma pregunta: por qué la gente compra como si el mundo se fuera a acabar, se endeudan hasta junio del año que viene, y terminan todos mal genio porque al final no encontraron lo que buscaban y compran la primera cosa que se les cruza para “salir del paso”.

Trato en lo posible de no caer en lo mismo, y casi me gustaría pararme sobre la torre entel a explicarles que ese no es el verdadero sentido de la navidad, sino más bien todo lo contrario. No quiero decir que estoy en contra de hacer regalos, pues tampoco soy El Grinch. Pero hay que partir pensando que son los niños los protagonistas de esta fecha, son ellos los que creen en muchos casos que el Viejo Pascuero existe, y que a las 00:00 les dejará los regalos a cambio de haberse portado bien durante todo el año (al menos con eso chantajeo a mi sobrino).

A qué voy con todo esto, a que este año me siento muy contenta, comprobé que se siente mucho mejor hacer algo productivo y útil que perder el tiempo criticando el consumismo navideño. Tuve la maravillosa oportunidad de participar en dos campañas muy lindas que partieron a través de este medio tan impersonal a veces, pero que esta vez demostró que los blogger también tienen buen corazón.

La Carola Zañartu, a la cual llegué por el blog de Serginho, organizó una campaña para llevar regalos a los niños de la corporación del niño agredido. Con la ayuda de todos quienes participaron, logró juntar los regalitos y entregárselos en la fiesta de navidad, que la realizaron el día jueves 15.

Por otro lado, las chicas del club de lulú organizaron otra campaña, para los niños del Hogar Paternitas. También lograron el objetivo, e incluso pasaron la meta fijada. Me alegro mucho que a través de esta campaña, el día martes tuve la posibilidad de conocer en persona a algunas lulús, y comprobar que son igual de totales que a través del blog.

Felicitaciones a todos quienes participaron en la organización, y por supuesto a todos los que ayudaron a que estos niños tengan una feliz navidad.


MEME

Pasando a otro tema, tenía pendiente una tarea que me dejó mi amigo Felipe, y que era contestar el famoso meme (que honestamente aún no sé qué significa). Bueno, como sea acá va:

A: Ataque 77
B: Bacilos
C: Camilo Sesto, ja!
D: PASO
E: Ella Baila Sola
F: Fabulosos Cadillacs
G: Guns & Roses
H: PASO
I: INXS
J: Julieta Venegas – Juanes (te puedes burlar)
K: Kravitz, Lenny
L: Los Auténticos Decadentes
M: Maná
N: Nino Bravo
O: Oasis
P: Presley, Elvis
Q: PASO
R: RICARDO ARJONA
S: Sade, Shakira
T: Treinta y un minutos (todas las canciones, je!)
U: Ubago, Alex
V: Víctor Manuel
W: White, Barry
Y: PASO
Z: PASO

2 cosas:

1) Creo que hice trampa porque en algunas puse el apellido antes del nombre, en una en particular omití “los”, y en otras agregué dos nombres. (Espero que no haya ningún reglamento).

2) La mayoría son intérpretes en español. La razón es muy sencilla, me gusta mucho cantar (aunque debo reconocer que lo hago pésimo), y prefiero hacerlo con letras que entiendo, puesto que el nivel de inglés que poseo equivale a un bono nivel 1 por fonasa.

Bien, este asuntito del (o la) meme hay que pasarlo, así que siguiendo con la tendencia de quien me lo envió, le doy la misión sólo a chicas. Las elegidas son: Ambar, Ricarda y la Panchita.


PS: I don’t believe it

lunes, diciembre 12, 2005

"La fiesta de la democracia".

Como resumen general, puedo decir que fue un largo, caluroso y agotador día...
A las 5:00 AM figuraba bajo la ducha, tratando de no pensar en que tenía sólo 3 1/2 horas de sueño en el cuerpo. Ya a las 6:45 me encontraba en mi lugar de votación, ese era el compromiso adquirido el sábado anterior, para poder cerrar a las 16:00 en punto la mesa.

Afortunadamente partimos bien, y a las 7:05 estábamos instaladas y esperando que empezaran a llegar los votantes. Me resultó curioso ver llegar gente muy temprano, cosa que en mis 2 anteriores experiencias como vocal no había ocurrido. Al parecer se tomaron muy en serio los sabios consejos entregados por las autoridades, sobre ir a primera hora para evitarse las altas temperaturas previstas para ese día.

Mi mesa, la 140, compartía la misma sala con la 139, estuve ahí desde las 7:00 hasta las 18:30 sin moverme ni un sólo minuto (aún no sé cómo lo logré), por lo tanto no tuve la oportunidad de ver el caos (por no decir la media cagaíta) que había en todo el bendito colegio. Estábamos en un 2º piso, y según lo que contaban las que entraban a votar la fila llegaba al 1º, ahí se mezclaba con las hileras de otras mesas... eso ocasionó discusiones MUY acaloradas entre las damas que esperaban su turno para sufragar. Después nos contaron que en la 147, una le pegó un puñete en el ojo a otra por no sé qué cosa. Resultado: la agresora fue detenida por la fuerza pública, y la agredida quedó con el dedo pulgar y el ojo morados. Mujeres...

Bueno, como estuve encerrada me perdí muchas situaciones simpáticas que se dieron, sólo se escuchaba gritos en el patio, guaguas llorando, silbidos e insultos a las que se colaban, y es todo lo que puedo contar sobre la efervescencia electoral que se vivió en la Escuela E-140 (creo que así se llamaba) de la República Independiente de Macul. Lo que sí tengo claro, es que ahora que volví a esta gran comuna, lo primero que haré en cuanto se abran los registros será actualizar mi dirección, los principales motivos son 3:

1) A ver si tengo suerte y para las próximas elecciones me salvo de ser vocal.
2) Para que mi lugar de votación me quede más cerca de la casa.
3) Porque ya no me llega la tarjeta de saludo por mi cumpleaños, que tan amablemente me enviaba mi diputado.


Debo aclarar que mi labor no terminó a las 18:30, eso habría sido un sueño demasiado hermoso. Cerramos la mesa a las 16:15, pero mientras se llenaban las actas antes de comenzar el esperado recuento, aparecieron 4 despistadas pidiendo que las dejáramos votar. La respuesta por supuesto fue un rotundo ¡NO!. Igual me dio un poco de lata, pero encuentro muy injusto que nosotras hayamos tenido que estar ahí desde antes de las 7:00 y ellas dejando para última hora el trámite, más encima se confiaron y partieron directo al Gimnasio, claro, ahí se enteraron que les habían cambiado el local de votación. O sea, si con esto no aprenden a ser más responsables, creo que no hay mucho más que hacer. Igual quedan registradas en el acta que fueron, pero que llegaron después de que se había cerrado la mesa.

El hecho es que terminamos a las 21:30, ya no queríamos más guerra. Cuando llegué a mi casa me tuve que echar WD-40 en las articulaciones, porque cada movimiento que hacía sentía como si me hubiesen pasado 50 elefantes por encima.

Afortunadamente me quedaban 4 días pendientes de vacaciones, por lo tanto desde mañana martes y hasta el viernes, esta ciudadana podrá dedicarse tiempo completo a sus exámenes, y librarse de madrugar aunque sea por 4 días, je!.

Bueno, no puedo dejar pasar por alto mi espíritu de Mafalda, por lo tanto debo reclamar por hartas cosas que me cargaron:

- Cómo es posible que creyéndonos tan avanzados y modernos, tengamos un sistema electoral tan arcaico, lo único que le falta para calificar como prehistórico, es que a la gente en vez de entintarles el dedo, les den un martillazo para que les quede morado.

- La calidad de los materiales que entregan es pésima. Los votos son casi de cartón forrado, y además que para doblarlos hay que tener por lo menos un doctorado en origamis. De las estampillas mejor ni hablar, porque eran un verdadero chiste. Más encima algunas señoras no entendían las instrucciones, y terminaban doblando el talón donde estaba el número del voto y pegando la estampilla ahí. ¡¿Cómo no se concentran cuando una les explica?!.

- Entregaban 2 miserables lápices grafito marca chancho, sin punta y sin siquiera un cuchillo picante para solucionar el problema. Cómo no cachan que tienen que votar 350 personas en la mesa, y en 3 votos distintos. A las tres rayas, la mina (del lápiz) había dicho chao.

- Sería bastante bueno que a los vocales les retribuyeran de alguna forma el tener que pegarse el plantón un día entero, y más encima soportando a todo tipo de especímenes que llegaban a votar. Porque no faltan los que creen que uno es empleado de ellos. En más de una oportunidad fue necesario contar hasta 10, y en otras tantas hasta 100.

- También agradecería que quienes cuiden el local de votación en enero, no sean jovencitos que se encuentran recién haciendo el servicio militar. Nada contra ellos, todo lo contrario, pero vi que en otros lugares habían uniformados bastante favorecidos de la mano de Dios, y en edad suficiente para vitrinear sin ser acusada de vieja verde. Eso.

Como primera conclusión a mi aventura dominical, puedo decir que la mayoría de las mujeres que viven en Macul son unas feministas de… corazón. (Lo cual me dejó bastante molesta, debo decirlo).

Como segunda conclusión, esta fiesta de la democracia (como muchos la llamaron el día anterior), no la encontré en lo absoluto entretenida. De seguro hasta en las fiestas de colegio debo haberlo pasado mejor.

jueves, diciembre 08, 2005

Toda incoherencia es por falta de sueño

Siempre que hay un feriado entremedio termino súper pérdida, lo cual no es mi estilo. Bueno, también me pasa cuando salgo de una estación de metro donde no he andado antes, pero eso es motivo para otro post…

El hecho es que según el calendario mañana es un día laboral, pero mi reloj interno me decía que era domingo y podríamos dormir hasta muy tarde: creo que necesita unos ajustes!

En fin, ando media perdida del mundo virtual también, pero ya vendrán tiempos mejores. El 22 terminan los exámenes y espero volver a ser normal, pero hasta donde se pueda no más, los milagros no existen.

Quiero el lunes hacer un recuento de lo que fue mi vida como secretaria de mesa (ja-ja-ja), espero tener las fuerzas necesarias al menos para levantarme en la mañana a trabajar, pues mi octavo sentido me dice que será un laaaaaargo y caluroso día (aunque lo último me lo dice la rodilla, insisto).

También quiero contar sobre actividades varias producto de la navidad, pero primero tengo que recopilar alguna información que me falta.

Bueno, dejo este telegrama hasta acá, y a dormir porque creo que es una hora más que conveniente. Como siempre agradecer muy sinceramente a todos los que se toman el tiempo de visitarme y comentar en mi humilde cuchitril, y a los que visitan y no comentan también. A los que comentan y no visitan no, porque es imposible que esa situación se de… ¿o no?

viernes, diciembre 02, 2005

Una inyección de energía


El corto viaje a San Antonio me vino de maravillas. Pude comprobar que era lo que necesitaba para recargar mis energías aunque fuera un poco, y así andar con mejor ánimo también.

Estuvo todo increíble, de principio a fin. Pudimos conocer casi todas las instalaciones de STI, incluyendo la sala en donde opera el sistema de vigilancia. Lo más penoso fue que una de las cámaras registró el momento en que tomé como souvenir una pequeñísima “astillita” de cobre, era sólo una humorada por supuesto.


(Traté de subir unas fotitos, pero después de varios intentos sólo lo logré con esa. A penas pueda coloco las otras).

El balance que puedo hacer después de mi viaje es que:

* Estoy pensando seriamente la oferta hecha por una amiga, de apuntar nuestra búsqueda laboral una vez egresadas hacia el puerto de Iquique. A eso aún tengo que darle un par de vueltas más, pues soy santiaguina de corazón.

* Adquirí un sexy bronceado luego de mi paseo en lancha, el que me impide usar nada que no sea de la mitad del brazo hacia abajo, al menos hasta que haga algo por emparejar el tono-rojo-jaiba que obtuve POR NO USAR PROTECCION SOLAR (no aprendo nunca).


RESPUESTAS AL POST ANTERIOR

Luego de los comentarios recibidos (los cuales agradezco sinceramente), y asumiendo que tengo visitas pendientes por realizar (pido las disculpas respectivas), debo decir qué:

1. Sí me gusta la música romántica (e incluso a veces la cebollera), y no siento culpa por eso. Sólo me sorprendí a mí misma, pues no sabía que ciertos cantantes también formaban parte de mi parrilla musical. Esto no significa que deje de lado mi gusto hacia Guns & Roses o Lenny Kravitz, por dar algunos ejemplos.

2. Quienes no entendieron el nuevo nombre de mi blog “(…)” no se preocupen, pues ni yo sé que significa. Lo que hice fue quitar el anterior porque ya no tengo cabeza para reflexiones, y dejar pendiente el nuevo hasta que sepa en qué etapa de mi vida ando.


NOTA AL MARGEN

Continuando con el estudio sobre mis gustos musicales, haré un enorme sacrificio esta noche y me dejaré caer por El Barcelona. El único objetivo de este abnegado viaje, es comprobar que NO me gusta la música electrónica…