Mi otro yo

Es increíble como uno mismo llega a censurarse en esto de los blogs. Al comienzo uno parte súper embalado escribiendo sin importarle quienes están al otro lado de la pantalla. Muchos con el tiempo caemos en esa torpeza de empezar a pensar dos veces antes de publicar algo que tenemos en la mente. No tengo la respuesta, quizás es sólo una tontera nada más.

No quiero decir con esto que miento u omito, todo lo que está escrito en esta bitácora es 100% real. A veces pasa más de una semana y no escribo nada, el tema es que si escribiera la mitad de las cosas que tengo en la cabeza muchos estarían juntando firmas para que me internen en El Peral. Una vez a la semana, en la página de Roberto pongo un poco los pies en la tierra, y saco esa parte alegona que vive en mí (la Mafalda que traigo incorporada), pero sigo teniendo muchas otras cosas más que me inquietan, y las mismas cosas que en un momento me cuestiono o me complican al rato me causan risa y hacen que me burle de mí.

Es raro, hace más de un año que me dio por chacotear con "Mi otro yo". Una especie de pepe grillo que me habla, y que por lo general nuestra convivencia no es de paz y armonía. Es como la persona que se encarga de hacerme ver cuando la estoy cagando, o la que me deja en evidencia cuando a veces me creo pilla y no soy más que una pastela que ya tiene casi 32 años y sigue con actitudes de adolescente (las menos eso sí). Es raro porque en verdad sí existe ese otro yo, y a veces me la paso más hablando con ella (conmigo), que me olvido un poco de otras cosas. Bueno, a veces cuando no hay mucho que decir, el fotolog también es una buena alternativa... y molestar a mis amiguis por msn.

Eso, espero que este fin de semana en la playa, y en buena compañía, me traiga la creatividad que hace mucho tiempo perdí (si es que alguna vez la tuve).