Luz... cámara... acción!

La mañana de ayer domingo ha sido una de las más heladas en lo que va del año, motivo suficiente para aprovechar el día de ocio y quedarse en cama. Tres grados bajo cero definitivamente hacen que uno sienta ganas de ser un oso polar y así traer el abrigo de piel incorporado. Sobre todo desde que descubrí, que el frío en mi cara produce el mismo efecto que estar en Farellones sin bloqueador solar... snif.

En 2002 también me tocó ser protagonista del día más helado del año (seis grados bajo cero). Fue aquel domingo en el que Spencer Tunick fotografió a muchos chilenos, tal como dios los lanzó al mundo (claro que más creciditos y peluditos). Por supuesto que no participé de esa actividad, ni siquiera lo pensé. Fue sólo que me tocó trabajar porque estábamos cocinando... perdón, ajustando la parte contable luego de haber tenido inventario en la empresa el día anterior. Reconozco que estaba en la oficina y con la calefacción al máximo, pero la verdad es que en Pudahuel nada de eso sirve cuando aparece el frío.

En fin, lo de ayer era distinto. Nos movía un instinto "cultural". Digamos que al comienzo mi motivación iba más por el lado de la curiosidad (sí, la misma que mató al gato), mezclada con esas ganas de hacer algo diferente, es que nadie puede querer estar a las 8.30 de la madrugada, un día fomingo, en el estacionamiento de un supermercado de Peñalolen. Si a eso se le suma que dormiría muy poco, dependiendo la hora en la que terminara la celebración del cumple... había que estar un tanto "descalibrada" para no preferir una camita calentita... en lugar de un estacionamiento congeladito.

Bien, ahí figurábamos con mi compañera de aventuras... pensando en un comienzo que llegaríamos atrasadas, y una vez allá, pensando que quizás nos habíamos equivocado de lugar. Los únicos seres aparte de nosotras, eran los guardias, los señores que limpian autos (cuando hay), y una persona en su auto luchando con el sueño. Pronto notamos que él andaba en las mismas que nosotras, claro que llegó puntual a la cita. Cuando empezaron a llegar los rostros conocidos, aliviadas notamos que estábamos en el lugar correcto... y en la hora casi indicada.

Ahora estoy esperando a que Tomás nos muestre el resultado de la filmación. Terminamos siendo actrices secundarias y haciendo muuuuuchas tomas que la verdad ni se notaron. Con la compañía de Tadashi al lado, cualquier espera pasa a ser divertida, él es todo un personaje. Aproveché de conocer en persona a otros compañeros de blog y fotolog, de los cuales me llevé una buenísima impresión. Con gusto me repito el plato si hay una próxima vez, que de haberla sólo espero que sea desde septiembre en adelante, ja!.