viernes, octubre 18, 2013

Seis años...

Seis años exactos han pasado desde la última publicación. Me di el trabajo de leer más de un año de posteos (y comentarios), y la verdad es que con todo el cariño que me tengo, quedé mareada con todo lo que absorbí.

Era como verme en persona hablando y hablando y cambiando de tema tan rápido como quien destapa un cerveza. No es que 7 años después esté en modo zen, ni tampoco que me haya desenrollado y eliminado todas las dudas y cuestionamientos que tenía en ese tiempo. Supongo que ya me acostumbré a vivir con eso, y ahora me lo tomo con calma y no lo veo como algo TAN tremendo.

A veces creo que quienes no me conocen tanto, se complican más que yo con mi forma de ver las cosas (matrimonio, hijos, etc.). No es que no piense en eso o que no me preocupe, pero no son cosas que me quiten el sueño porque no creo que sea para tanto. Al menos no todavía, que aún estoy dentro de los plazos para concretarlo.

Así es la cosa, tal como dije hace tiempo atrás, no es fácil ser yo. Hay cosas que quiero conseguir, pero luego cuando ya las imagino y las visualizo conmigo, pierden interés y no me dan ganas de luchar o esforzarme por conseguirlo. Lo peor es que me pasa con personas (pareja), o con cosas materiales que me quitan el sueño cuando las veo lejanas.

Bueno, al menos todavía tengo este espacio para la posteridad, y cuando sea una anciana que con un gran esfuerzo pueda leer esto (si se acuerda como usar un computador), recién sabré si valió la pena esa postura ante la vida. Probablemente ya no sea mucho lo que pueda hacer si no estoy conforme, pero son riesgos que hay que correr por el sólo hecho de estar vivos.